En Irak no había armas de destrucción masiva, así lo ha admitido el ex presidente del Gobierno español, José María Aznar, tras más de tres años de guerra en el país oriental, por fin, el señor Aznar se ha caído del burro y ha admitido lo obvio, lo que miles de españoles le gritaban en las calles de las ciudades y pueblos españoles.

En Irak no había armas de destrucción masiva, y lo peor de todo es que Irak se ha convertido en el escenario mundial de la barbarie.

Matanzas de civiles de forma indiscriminada, atentados terroristas un día sí y otro también y un foco de violencia en un lugar del planeta en el que algunso gobernantes, como el señor Bush solo ven un pozo de petroleo enorme, más allá del sufrimiento ocasionado a miles de ciudadanos, personas, en definitiva, que vivían tranquilos, sin que nadie les tocara sus usos, sus costumbres, en definitiva, su vida.